Poner en marcha una startup requiere de un plan viable y que minimice los costes. En este sentido, el método Lean Startup se enfoca en lanzar productos y servicios sabiendo que tendrán una buena demanda por parte de los consumidores. Saber invertir los recursos disponibles y no cometer riesgos innecesarios es el enfoque adecuado para empresas de nueva creación.
Lean Startup es una metodología de emprendimiento que se emplea para impulsar empresas jóvenes o de nueva creación, como las conocidas startups. Se trata de un método que parte de la seguridad de que el producto o servicio que va a lanzarse va a satisfacer las necesidades de los consumidores.
Lean Startup es un método interesante para las empresas que desean introducir un nuevo producto o servicio en el mercado y tener la seguridad de que su lanzamiento será todo un éxito.
En líneas generales, el método Lean Startup permite poner en marcha productos y servicios de éxito, a través de la experimentación y el aprendizaje validado. A partir de esta suma de conocimientos se pone el foco en las características del producto más valoradas por los consumidores. Con ello, se logra reducir el tiempo de desarrollo de producto y se consigue que este tenga más éxito en el mercado.
Los tres pasos del Lean Startup son etapas basadas en crear primero el producto, medir después los resultados y aprender del proceso. A partir de ahí, se utiliza lo que se ha aprendido en una nueva creación, comenzando así de nuevo un ciclo permanente.
Crear el producto mínimo viable (PMV)
El primer paso es crear un producto mínimo viable o PMV es el primer producto que se crea en el lanzamiento de una startup. Su principal característica es que estará incompleto, pero contará con las funcionalidades mínimas y suficientes para darlo a conocer y que los clientes lo prueben.
Medir resultados y ajustar el producto
Después de haberse lanzado el PMV, la segunda fase consiste en medir esos resultados que se han obtenido. Aquí es necesario crear un sistema de medición fiable y eficiente para conocer si el producto se ajusta a lo que el cliente esperaba.
Aprendizaje validado del producto
Una vez lanzado el producto prototipo (PMV) y recopilados los datos necesarios sobre su acogida, llega la tercera y última fase del proceso. Esta consiste en aprender en base a esa información obtenida, lo que se conoce como aprendizaje validado. Y es en este punto donde se decide qué es lo que va a ocurrir con el producto o idea de negocio. El aprendizaje validado nos guiará sobre si basta con hacer algunas modificaciones, si es necesario cambiar el producto por completo o si ya tiene una buena acogida.
En definitiva, el método Lean Startup permite lanzar productos o servicios yendo a lo seguro, sabiendo que van a captar el interés de los consumidores. Partir de crear un producto mínimo viable y explotar el aprendizaje validado en el proceso es una estrategia que ayuda a las startups a impulsar proyectos de negocio nuevos cuyo éxito esté asegurado en el mercado.
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