Mucho se está oyendo hablar del metaverso, un concepto que genera muchas dudas, porque todavía es bastante desconocido. No pienses que el metaverso es una realidad y mediata, ya que no estará totalmente implementado hasta dentro de unas décadas. Pero no cabe duda de que proporcionará una serie de experiencias diferentes, puesto que se trata de una especie de universo paralelo y su aparición podría ser comparada a la que tuvo Internet hace prácticamente tres décadas.
El metaverso está formado por diversos visuales en los que el usuario se sumerge para tener experiencias nuevas. Gracias a ello podemos, por ejemplo, ir de compras y tener un asistente virtual que nos vaya guiando para hacer que todo lo que adquiramos sea siempre un acierto.
Estos espacios virtuales ha sido hasta la fecha lugar abonado para experiencias lúdicas, pero ahora se pretende ir un paso más allá e integrarlo en todos los sectores de la vida.
El metaverso no es más que una inversión, que todavía está en fase de desarrollo y que no ha hecho más que dar sus primeros pasos. Se pretende que la experiencia de quien acceda al metaverso sea totalmente inmersiva y se interactúe con avatares.
Las posibilidades del metaverso son muy amplias. Por ejemplo, podemos crear espacios virtuales de negocios en él, y vender cualquier tipo de producto de servicio utilizando algún tipo de moneda o token válido para ese lugar. El mundo de trabajo también se verá revolucionado, ya que pueden generarse salas para celebrar reuniones en las que nuestros avatares estarán presentes, aunque nosotros estemos en casa y todavía no hayamos pasado por el baño a peinarnos.
Evidentemente, el metaverso puede quedar en un proyecto, pero las posibilidades de que funcione son muy altas. Sobre todo, por el gran interés de las empresas tecnológicas que están ya generando las bases necesarias para que este universo paralelo sea una realidad más pronto que tarde.
Al igual que Internet en su momento, puede que el metaverso sea en un principio un espacio reservado para unos pocos. Pero la realidad se terminará imponiendo y podrá ser accesible para cualquier persona que disponga del hardware y del software adecuado. Ponerlo al alcance de todos posibilitará además que sea un bien universal y que beneficie a todo el que quiera adentrarse en él.
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