Vivimos en un mundo que se mueve muy rápido. Los expertos dicen que se trata de un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo, el famoso mundo VUCA, por las siglas de estas características en inglés.
Este verano contábamos que el 40% de los CEO creen que sus empresas no serán viables en una década si no cambian de rumbo a tiempo.
Ante tal panorama, no nos queda más remedio que desarrollar nuestra agilidad para adaptarnos. Y esto nos afecta a todos, tanto a los individuos como a empresas o las instituciones. Sin embargo, no siempre es fácil.
Según el estudio ‘The Business Agility Report’, elaborado por Business Agility Institute, apenas el 30% de las organizaciones a nivel mundial dicen tener una alta tasa de madurez en agilidad empresarial.
Metodologías para impulsar la agilidad
Esta evolución se debe a la paulatina adopción de metodologías ágiles por parte de muchas empresas en los últimos años.
Las metodologías ágiles se basan en un enfoque iterativo e incremental, enfatizando la división del proyecto y su evolución en iteraciones o incrementos más pequeños, lo que permite comentarios y ajustes frecuentes.
Además, estas metodologías priorizan la colaboración con el cliente a lo largo del ciclo de vida del proyecto.
Otro aspecto importante es que Agile promueve la formación de equipos transversales y multifuncionales, conformados por personas con diversas habilidades y experiencia que trabajan en diferentes áreas de la organización.
Estas metodologías ágiles permiten a los equipos autorganizarse, dándoles la posibilidad de determinar la mejor manera de lograr sus objetivos.
Asimismo, promueven una cultura de mejora continua, donde los equipos reflexionan regularmente sobre sus procesos, desempeño y resultados.
Igualmente, las metodologías ágiles suelen adoptar técnicas de timeboxing, como iteraciones o sprints de duración fija. Esto crea una sensación de urgencia, enfoque y previsibilidad, a la par que facilita un ritmo de entrega, promueve ciclos de retroalimentación más rápidos y ayuda a administrar las expectativas.
El contenido original de esta nota fue publicado en Emprendedores.es. Para leer la nota completa ingresá acá