Los cambios que hemos evidenciado en el ámbito tecnológico han sido adoptados por muchos como herramientas para optimizar sus vidas, mejorar el rendimiento de sus emprendimientos e incluso desarrollar nuevas carreras profesionales.
Cuando hablamos de aplicaciones web, nos referimos a herramientas digitales que permiten a los usuarios acceder a un contenido mucho más dinámico e interactivo sin necesidad de instalar o descargar software. Es decir, las páginas web han pasado de ser estáticas y básicas a convertirse en portales que nos ofrecen una mayor interacción con la interfaz, incorporando funciones a las que podemos acceder utilizando únicamente un navegador web.
El enfoque de esta modalidad se basa en la simplificación, ya que, se ha erradicado la complejidad de la compatibilidad con sistemas operativos que las aplicaciones móviles solían tener. Este punto favorable hace destacar a las aplicaciones web como una alternativa viable para los comercios y empresas, ya que aumenta la accesibilidad y mejora la experiencia de los usuarios al poder ingresar desde cualquier navegador de manera remota y sin descargas adicionales.
Para que estos programas se ejecuten de manera eficiente y cumpliendo la función para la que han sido creados, es necesario abordar un conocimiento profundo en programación.
Como resumen, se trata de aplicaciones que no deberán ser instaladas en los dispositivos, pues ya han sido previamente instaladas en el servidor que da soporte a la web a la que hemos ingresado. Con los años, se ha logrado que el almacenamiento de los dispositivos de los clientes no se ve comprometido, sino que, estos puedes acceder a estas aplicaciones que se encuentran alojadas en servidores web.
La tecnología siempre ha funcionado de manera eficiente a través de la incorporación de los nuevos recursos que gradualmente se van descubriendo. Esta combinación de aspectos logra alcanzar niveles de eficiencia muy superiores, abaratando los costes y aumentando la productividad. Esto es lo que ha pasado justamente con las aplicaciones web, las cuales solían centrarse únicamente en los textos e imágenes, y que daban vida a un portal, haciéndolo más moderno.
Con el tiempo, fueron llegando algunos recursos importantes que se mantienen hasta el día de hoy como parte esencial de una plataforma, como los programas CGI. Esta tecnología dio pie al crecimiento de las aplicaciones web, ya que, la comunicación entre cliente y servidor optimizó la solicitud de datos de un software en ejecución en el servidor. De esta manera, nacieron aplicaciones web mucho más completas y que mejoran tremendamente la calidad del servicio.
Paso a paso fuimos evidenciando como el contenido se hacía más interactivo y visual, llegando finalmente la tecnología que nos proporciona Flash, un recurso indispensable para la creación de contenido dinámicos, con animaciones explicativas que potenciaban la eficiencia de la web. A esto, se le sumo el uso de nuevos lenguajes de programación que permitirán alcanzar resultados mucho más eficientes y complejos, como PHP, JavaScript o Python, tres de los más populares que abrieron la puerta a la nueva era de las apps webs.
Aunque no estamos cerca de alcanzar el máximo potencial de los recursos que ofrecen las aplicaciones web, hemos visto recientemente cómo la tecnología CMS nos ha permitido acceder a elementos como WordPress o Presta Shop que simplifican la inclusión de recursos modernos en la web.
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