A la hora de comparar ambas filosofías, hay que tener en cuenta que ‘lean’ es una de las fuentes en las que se inspiran las diferentes metodologías ágiles. La filosofía ‘agile’ surgió a raíz del Manifiesto Ágil de 2001 que supuso un cambio total en la forma de enfocar el desarrollo de ‘software’, aunque actualmente se ha ido extendiendo a muchas otras industrias, especialmente a aquellas relacionadas con el desarrollo de productos.
Una característica que comparten ambas filosofías es la importancia que conceden a entregar rápidamente a los clientes un producto que les genere valor, es decir, que resuelva sus necesidades. De igual forma, ‘lean’ y ‘agile’, buscan adaptar constantemente sus procesos a los cambios en el mercado y a las necesidades de los clientes.
Si bien es cierto que, a pesar de compartir los mismos principios,’lean’ y ‘agile’ presentan algunas diferencias.
‘Agile’ está orientada a la entrega de producto en funcionamiento, con utilidad para los usuarios, y que permita obtener un ‘feedback' temprano de los consumidores. ‘Lean’ se centra en lograr un proceso capaz de entregar el mayor valor posible al cliente con la mejor calidad.
‘Agile’ se basa sobre todo en las personas y sus relaciones, tanto en los equipos de trabajo como en el cliente, un respeto por los individuos que es herencia directa de ‘lean’.
Así como ‘agile’ busca más el desarrollo de un nuevo producto que resuelva una necesidad del cliente, ‘lean’ se centra más en mejorar el proceso para reducir tiempos de entrega y mejorar la calidad de los productos.
A la hora de utilizar cualquiera de estas metodologías hay que tener en cuenta el entorno. Si se da el caso de un entorno con poca variabilidad y alta predictibilidad, cuyos niveles de demanda son elevados, lo más apropiado será adoptar la filosofía ‘lean’. Por contra, en un entorno de alta incertidumbre, donde la demanda todavía no está establecida y el objetivo es testar un prototipo, resultará más apropiado utilizar ‘agile’, pues permite responder con mayor velocidad a los cambios derivados del ‘feedback’ de los usuarios.
Las empresas están evolucionando sus modelos para adaptarlos a un entorno de cambio continuo. Incorporar las filosofías ‘lean’ y ‘agile’ contribuye a mejorar la calidad y los tiempos de entrega, permitiendo optimizar los procesos, mejorar la competitividad y el ‘time to market’. Adicionalmente, favorece la colaboración y el trabajo en equipo, orientando la organización a la mejora continua, poniendo foco en las necesidades de los clientes y potenciando las capacidades de los empleados.
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